Posted by : Dantrox domingo, 5 de marzo de 2017



El estudio Hai Film Maker es uno que no suena mucho en foros ni conversaciones ya que su obra más conocida es B-Gata H-Kei, y seamos sinceros, la gigantesca mayoría no revisa estudios (con suerte usan Google). Hai Film Maker tiene unas cuantas series interesantes en su haber, tales como: Aria, Mahoutsukai ni Taisetsu na Koto, Oban Star Racers y otras pocas más que merecen ser vistas, sin olvidarnos de Tutu, claro.

Este anime lo he visto 3 veces en mi vida. La primera vez fue de niño, y como cualquier bastardito de 10-11 años pensaba que algo llamado Princesa Tutú era muy rosita y de niñas, pero bueno, lo vi de igual forma y, quitando la música, no me supo a nada. La segunda vez fue varios años más adelante, ya con gustos y pensamientos marcadamente diferentes, y me encantó. Por último está el rewatch del año pasado con la excusa de hacer este tema (hace ya más de 6 meses, escribiendo estuve 2), y el resultado fue bastante similar al anterior, aunque ahora la aprecio incluso un poco más por encontrar pequeños detalles que antes había pasado por alto. Sin más que decir, salvo que responderé cualquier duda en los comentarios, comencemos:
Érase una vez un escritor llamado Drosselmeyer, quien tenía el poder de convertir sus historias en realidad, pero murió antes de poder terminar su última obra, El Príncipe y El Cuervo, causando que los personajes referidos en el título quedasen atrapados en una lucha eterna. Luego de muchos años de conflicto, el villano logró escapar al mundo real, siguiendo el héroe su estela. Para poder sellar a la maldad del Cuervo, el Príncipe Mytho resquebrajó su propio corazón con su espada, perdiendo todos sus recuerdos y memorias en el proceso.

Drosselmeyer, ahora un fantasma, decide que la historia debe tener un final, y no uno cualquiera, sino que además lo satisfaga. En su búsqueda de personajes, encuentra una pequeño patita que, enamorada de Mytho y deseosa de estar con él, se embarca en muchos peligros y adversidades. El escritor le obsequia un pendiente que le permite transformarse en una chica ordinaria y también en la agraciada bailarina Princess Tutu, otro de los personajes clave de la historia sin concluir. Como Tutu, es trabajo de Ahiru, la valiente patita, el encontrar todos los fragmentos del corazón del príncipe y hacer que regresen a él.

Esta serie se desarrolla en un pueblo llamado Kinkan-chou, que si no me fallan los kanji es “pueblo corona de oro”, una locación sacada de un cuento de hadas, llena de animales antropomórficos y personas conviviendo con completa normalidad. Cabe destacar también que este pueblo tiene forma circular.


La trama se desarrolla tomando el cuento, El Príncipe y El Cuervo, como base, con todo lo que eso conlleva. Tenemos a los mismos personajes principales, pero en otro punto de la historia y con diferencias en el reparto, y el elemento a través del cual se desarrolla y prepara el conflicto: el ballet.

El primer capítulo se mueve y presenta de forma tal que todo aquel que lo vea pensará que es simplemente “otra serie más”, impresión que los siguientes capítulos se encargan de eliminar a base de deconstruir todos los elementos que conforman al show de excelente manera.

Tiene un ritmo pausado, pero muy adecuado, ya que nunca pierde tiempo, solo sufre la obligatoria consecuencia de cualquier obra superior en duración a lo usual en películas (y a veces en estas mismas, pero eso ya es grave y otro punto). Tutu se dividió en dos partes de igual extensión, las cuales comparten no solo historia, sino el hecho de tener comienzos y desenlaces mucho más interesantes que el intermedio, pero lo dicho, es algo natural y bien llevado, ya que cuentan cosas importantes, completan la historia y desarrollan a los personajes y temas.Esta serie sabe cuándo apretar en intensidad y cuando aflojar, de modo que no aburra ni canse.

La historia principal, la que dura los 26 episodios, se basa en el mencionado cuento, pero las pertenecientes a capítulos en específico lo son de cuentos, historias y fábulas reales, incluso de ballets. Se inspira en ellas, las adapta, les da un tinte más oscuro con giros de tuerca excelentes y las usa para crear conflictos mientras desarrolla al elenco principal con suficiente cuidado como para que cada capítulo realmente sea necesario, mostrando cambios reales poco a poco y no una carrera shockeante de impacto superficial. Encontré fascinante esta mezcla, que en lugar de alargar por el hecho de hacerlo o cualquiera que sea el motivo, logra enriquecer y mucho la experiencia.


La trama no es simple ni parca, y por mucho que se dirija a un público infantil, no es infantil en sí. Introduce una importante cantidad de elementos al conjunto, todos ellos explicados y sustentados de gran forma en una historia con magia, en las que el sentido de lo posible y lo aceptable son mucho más complicados de lograr balancear de manera correcta que en su contraparte realista. Hay angustia genuina, no hay soluciones fuera de lo establecido y logra absorber al espectador, sin importar su edad.

Continuamente podemos notar que el show manda mensajes ocultos, subliminales con mayor o menor grado de complejidad. La atmósfera y arreglos te indican algo, pero la presentación suele insinuarte otra, y el resultado termina siendo… Esto es spoiler. Este anime fue planeado y se nota, hay un gran trabajo de escritura y dirección.

El mayor acierto de PT como historia no es que sea una deconstrucción muy bien lograda y profunda (que lo es), sino su narrativa hilada con sutilezas y cuidados dignos de la más fina de las sedas. Puedo estar sonando como un exagerado, incluso un payaso, pero les aseguro que no, o por lo menos no lo primero.

Cualquiera que tenga un mínimo de experiencia en ficción, particularmente de fantasía, podrá adelantarse a muchos de los giros argumentales del show sin problemas, pero no a todos ni, y aquí lo importante, la forma en que lo hacen. Tutu logra ser una historia que desafía la concepción de lo obvio a la hora de contarse al mismo tiempo que expresa una variedad importante de temas y mensajes de común aparición en estas producciones. Realmente se percibe el aumento en la oscuridad y profundidad según avanza.


Pero bueno, que no he dicho casi nada sobre el elenco de la serie. Los personajes principales son Ahiru/Princess Tutu, el príncipe Mytho, Fakir y Rue. Todos ellos se caracterizan por tener carisma, al menos  algo que los haga queribles, muy específico y potente. Son muy diferentes entre sí, con características muy propias y distintivas, objetivos y, lo más importante, la forma en que quieren o planean lograrlos y el porqué.

Ahiru es inocente y alegre, por lo que cae en inseguridades que supera con determinación y amor. Rue es una chica de élite que vive bajo enorme presión y engaños, con ínfulas de grandeza, pero que en el fondo no es más que justo eso, una simple chica. Fakir es un joven cruel, tosco, pero de enorme y justo corazón que solo lucha por una causa. Mytho comienza como un ser sin emociones (y con toda la razón), indiferente, apático, distante y misterioso.

Todos ellos reciben un excelente desarrollo, ya que comienzan como un personaje y terminan siendo algo muy diferente sin olvidar de donde vinieron (no hay sobrescritura, pues), mucho más cercano a personas que seres de ficción, si bien no son tampoco un mar de complejidad.



Los dos puntos más interesantes de este cuarteto son su sistema de relaciones y las maneras en que cambian, muy originales y elaboradas (un verdadero ejercicio de forma). Rue y Fakir continuamente riñen por Mytho y distribuyen su tiempo a conveniencia, todo mientras Ahiru lo mira a distancia y busca llenar su corazón. Esto en un principio, luego el balance cambia totalmente en más de una ocasión, todas ellas muy bien hechas (perdón por no detallar, pero sería spoiler). Son los actores quienes mueven y deciden la historia, nunca al contrario.

Los personajes secundarios, por otra parte, y en virtud de su denominación, son acompañantes de la trama y pequeñas estrellas de algún episodio en particular, incluso por encima de los principales, pero poco más. Por supuesto, la historia no es sobre ellos, así que los utiliza para desarrollar lo importante, siempre bajo la premisa de que todo personaje tiene algo que contar, ninguno de ellos termina siendo irrelevante (otra cosa es que perduren).


Hablando ya un poco de animación. Los movimientos son fluidos cuando los bailes están animados, y lo digo así ya que predominan las secuencias de imágenes estáticas o de cuts con movimientos en diferentes perspectivas, pero sin importar cual sea el caso, de verdad expresan, en mayor o menor medida, lo que dicen estar contando (cuando hay odio, los pasos son más fuertes y agresivos, se percibe la intención negativa, por ejemplo). Ahora, hay otro problema, y es que cae en el reciclaje de escenas, algo que, si bien de por sí no es bueno, en un anime con el baile como elemento central es pecado capital.

Los efectos visuales los encontré encantadores. Todo en esta serie parece estar hecho a mano, ya sea que hablemos de ella en sí como dentro de su historia, por lo que encontrar estos pequeños detalles, dignos de obras teatrales, fue una gran alegría. Encajan excelentemente con el show.



El arte es igualmente encantador. Toma inspiración de muchos lados al ser una mezcla entre cuento de hadas, diseño típico de anime y de cartoon, creando un producto que, aunado a sus personajes, recuerda mucho a un circo fantástico con toques renacentistas. El uso del color es muy bueno, con una paleta cromática muy viva, mas no saturada. Si tuviese que mencionar un problema, serían los diseños, ya que, personajes principales aparte, son todos demasiado similares y quizá caen en exceso de simpleza, pero esto último no es una falla como tal, y en lo particular me gusta su acercamiento minimalista.

El trabajo de fondos es también muy bueno. Existe una cantidad importante de locaciones en el anime y todas son muy diferenciables sin perder nunca el sentido de cohesión entre ellas. Tienen suficiente nivel de detalle y personalidad como para ser parte real de las escenas y no solo algo puesto con el único propósito de rellenar la toma (hay excepciones, claro está). La verdad es que el show recuerda mucho a un libro de cuento de hadas ilustrado para menores, logrando una experiencia muchísimo más completa. En general, la imaginería visual del show con ese aspecto antiguo, en un cambiante desfile de maquinaria, verdor y misticismo, es brillante, en particular lo relacionado con Drosselmeyer.


Ya alguna vez he dicho que bandas sonoras inspiradas en obras maestras clásicas son trampa, Tutu no es la excepción. Toma muchas piezas de algunos de los mejores y más conocidos ballets que hay, las adapta y ofrece un potentísimo resultado con verdaderas implicaciones emocionales. No sé ustedes, pero cuando escucho El Lago de los Cisnes, (escribí todo esto escuchándolo, por cierto) por ejemplo, mi pecho se infla, se me eriza la piel y caigo cautivado por tan delicioso arreglo musical. Y aquí tengo que hacer un comentario: todas las piezas te serán familiares, por lo menos la mayoría, y todos podremos estar de acuerdo en que son maestría pura.

Los efectos siguen el mismo patrón que en el apartado anterior, teniendo diversidad de pequeños sonidos que se funden en la escena, la cual, nuevamente, parece sacada de la representación teatral de un cuento de nuestras infancias, lo que me lleva al siguiente punto.

¿Han visto alguna vez una obra de teatro en una sala pequeña? Ya saben, esas en que los actores tienen que esforzarse más en proyección de intención y no de voz. Pues bien, Tutu me recuerda mucho a estas situaciones, pero con la obvia ventaja de estar en un estudio de grabación y con profesionales únicamente encargados de hacer actuación de voz y no completa.

Lo más importante para un doblaje son la dicción, la intención y el acento (por lo general, neutro, en Japón, tokiota), y en Tutu estos tres aspectos están muy bien cuidados. Ignoremos dicción y acento, de las cuales no tengo queja alguna, por un momento, quiero hablar de su intención.



En PT todos los actores realmente proyectan aquello que los personajes deban  expresar y sus personalidades en sí, teniendo entonces a una Ahiru que de verdad se siente insegura, alegre, triste o lo que aplique, tan solo con escucharla, sin exageraciones de ningún tipo ni exposición idiota contando su estado emocional cada 5 segundos. No es que sea algo exclusivo del show, pero tomando en cuenta que lograron eso con todos los personajes, incluso con Neko-sensei, quien realmente parece estar en época de apareamiento con su comentario estrella, pues quise destacarlo.

El diálogo es el mejor acompañante para los actores. Siempre será de calidad y acorde a la atmósfera, volviéndose uno con la escena y siendo sustentado por emociones reales que de verdad llegan al espectador. Brillante.

Existe felicidad para aquellos que aceptan su destino, existe la gloria para aquellos que retan su destino

Me he dedicado a lanzarle flores al show, pero antes de terminar debo mencionar un par de cosas. 1- Sí, sus personajes tienen un gran desarrollo y son muy buenos, pero no intento decir que son lo mejor que vas a ver en la vida, no. Como mencioné, su mayor fuerza es el conjunto. 2- El final de la serie, si bien muy bueno, sólido, refrescante y, principalmente, catártico como pocos, al mismo tiempo fue muy acelerado o rusheado (como prefieran). Hay cosas que debe enseñar, pero no lo hace, siendo entonces muchísimo menos satisfactorio de lo que debería y podría ser (hizo todo lo anterior bien, tiene con qué). Pero bueno, que tampoco es algo para crucificar a la serie ni nada por el estilo, solo lo menciono por ser importante.

Conclusión


Princess Tutu es un cuento de hadas encantador y atrapante que presenta la lucha de las personas contra el destino. Es una gran representación del deseo de libertad, del compañerismo, bondan y al mismo tiempo el egoísmo intrínseco en todos nosotros, de la búsqueda de la felicidad, todo bajo un sutil y delicado envoltorio de 26 episodios de animación.

Es el mejor mahou shoujo que existe, muy diferente a lo que se suele encontrar en la industria, una deconstrucción íntegra y real de todo a lo que pertenece y en general uno de los mejores animes creados hasta la fecha. ¿Pudo ser mejor? Sí, ¿pudo incluir ciertas cosas y hacer otras de forma diferente? También, pero sigue siendo una grandísima obra y recomiendo encarecidamente que le den una oportunidad..



Nota Final: 9/10





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