Posted by : Dantrox
martes, 3 de enero de 2017
Este tema ha sido muy complicado para mí desde su base, no
por no saber qué decir, sino el cómo hacerlo. Pensé en hablar de la narrativa
del show (Flip Flappers) de forma exclusiva, también una de mis típicas reseñas
(aunque debería llamarlas análisis), y al final me quedé con esto último pero
siendo un poco más personal de lo normal, y es que adoro este show. Si bien es
más íntimo, toda valoración será hecha tan en frío como me es posible. Espero
que esto haya salido decente aun con su corta extensión.
Flip Flappers nos cuenta la historia de Cocona, una joven de
14 años muy indecisa que se ve arrastrada a un mundo de fantasía e imaginación
por Papika, una extraña chica de su misma edad que apareció de la nada a
insistirle continuamente sobre esta aventura.
El primer capítulo del show es indudablemente el que más
llamó mi atención desde su contraparte en Shinsekai Yori, y eso fue en 2012,
pero por motivos completamente diferentes. Desde siempre he sentido especial
atracción al género de la fantasía, pero no en todas sus variantes, sino más
bien en la idea de tomar conceptos de inocencia, luz, maldad y oscuridad
entremezclándose en un mundo imaginativo de forma visual en medio de aventuras
(así muy resumido, que el cuento es largo). The Legend of Zelda es mi saga de favorita
de videojuegos (y en general de todo) no solo porque adoro su gameplay, sino
que varias de sus entregas logran ofrecerme esto en cierto grado, y lo digo así
ya que sigo sin encontrar obra alguna, sea cual sea el formato, que cumpla con
esto. Con el tiempo he aprendido a aceptar que mi idea completa es demasiado
específica y para que se haga realidad tendría que tener mucha suerte o hacerla
yo mismo, pero eso es difícil, muy difícil. Flip Flappers me hizo olvidar por
un rato esa triste realidad cuando comencé a verla, sobre todo ese ending.
El mundo en cuestión se llama Pure Illusion/Pura
Ilusión/Pyua Iryuujon, un lugar con muy diversos ambientes, apariencias y
habitantes a lo largo de toda su vasta extensión, que más bien debería llamar
capas o niveles. Podemos encontrar zonas de bosques encantados con maquinaria
pesada, desiertos metaleros, ciudades futuristas, sencillos campos nevados
mágicos y más, todo bajo la premisa de recuperar unos fragmentos llamados
“Amorphous”, que al ser juntados todos le concederán a quien los posea un
deseo. Suena genial, ¿verdad?, pues bien, el problema, el gigantesco problema
es que ese mundo, esa atmósfera que me cautivó, fueron muy poco explorados, siendo
su uso poco más que atractivo visual y una razón de argumento más no un
elemento vivo.
Flip Flappers hace algo que en historias con settings
fantásticos genéricos o realistas modernos es el camino a seguir: Enfocarse en
sus personajes y no en el trato de su mundo (a diferentes grados según aplique)
por ser ambientaciones sencillas de explicar y entender, pero en esta serie es
pecado capital.
La serie avanza con
una Cocona cada vez menos reticente a irse de aventuras con Papika a Pure
Illusion, lo cual es un acierto ya que lo hace de forma gradual y visual, pero resulta que ninguno de los personajes
vale el esfuerzo y en el camino dejan el maravilloso setting que tienen a medio
explorar, incompleto, como un estadio sin sus gradas o un evento de Valve sin
gritos de Half-Life 3. Las relaciones entre los personajes se sienten forzadas,
y cuando iban ganando un poco de naturalidad, entra la trama a la mezcla y lo
tira.
Vemos un montón de ambientes y vida muy particulares, las
cuales servirán como vehículo de exploración de alguna idea o tema en
específico, pero, el gran pero, es que terminan siendo muy poca cosa. Los temas
son mencionados y poco más, siendo el único con más trabajo la amistad
(y otro que es spoiler) ya que se extiende por toda la serie, la cual por puro
trabajo en pantalla termina sintiéndose parca y forzada cuando intenta
desarrollarla, tanto en uso como profundidad. No quiero decir con esto que algo
simple no pueda funcionar, todo lo contrario, pero Flip Flappers es una serie
que se toma en serio, así que yo haré lo mismo.
Un punto importante es el desbalance atroz que tiene la
trama en el show. Al principio nos presentan unos pocos detalles, pero luego el
asunto se ralentiza notoriamente, dejándonos a oscuras, y aunque lo que nos
cuenta durante toda esa parte y en sí en toda la extensión de la serie es
principalmente a base de narrativa visual, cosa que es un enorme acierto y me
encanta, también es verdad que termina siendo mayormente información inútil o no
relacionada con el cuadro mayor (para el menor sí), generando mucho tiempo
muerto en una serie de apenas 13 episodios que quiso contarse casi
completamente en apenas unos 4. No, eso no se hace. Ojo, que también hay cosas
buenas aquí, pero suelen ser de bases débiles (los pj).
La estructura de la serie es primero episódica y luego
completamente lineal, que si bien es práctica común en multitud de series, este
no es uno de los mejores ejemplos de esta combinación. Al principio se busca
presentar personajes y mundo, pero uno a niveles totalmente insuficientes y del
otro apenas araña la superficie. Sí hay algo que impulsa la trama, y es la
búsqueda de los cristales y lo que causará.
La trama en sí, esa que tarda en llegar, es también poca
cosa, por no decir que tiene muchos más errores que aciertos desde su fundamento.
Por fin se dignan a explicar una cantidad de cosas que venían resultando
desesperantes, pero lo hace tomando como base, obviamente, lo que había
construido, que era poco,
mientras mete cosas salidas de la nada e ilógicas por
completo dentro de la serie.
Los personajes son todos planos, blandos, unidimensionales,
superficiales y cualquier otro adjetivo similar. Casi no hay desarrollo sino un intento de hacerlo y la misma caracterización tiene problemas,
algo crítico. No, que un personaje se
ponga a hablar de emociones de repente no lo vuelve profundo ni implica
evolución, y en esta serie suelen haber cambios o sub-tramas demasiado bruscas
sin base argumental alguna.
Cocona es una niña indecisa y dulce. Ya, eso es todo, en
ningún momento se amplía eso y el intento de cambio es tan violento que es
contraproducente (excepto, insisto, el gradual incremento de cariño a su compañera). Papika es la hiperactiva y alegre loquita. Nuevamente, hasta
ahí llega el asunto. Yayaka tiene un dilema muy válido, pero se presenta,
desarrolla y culmina en solo dos capítulos (con una escena clímax que no baja
de brillante), lo que, según lo que vemos, resulta ilógico. Los gemelos son
kuuderes. Salt… bueno, es serio. Puedo resumir todos los personajes en una
frase corta sin problemas, sea esto al comenzar o terminar la serie, y si fuera
episódica por completo y más relajada no me importaría tanto, pero es que,
repito, se toma muy en serio y quiere realmente contar algo con ellos, por lo
que no puedo hacer eso.
Es absurdo que ninguno de los dos personajes con trasfondo mejor llevado sean las protagonistas, siendo uno un secundario
completamente irrelevante, que además es el único momento en que se intenta
explorar Pure Illusion con más profundidad y su íntima relación con nuestra realidad, tanto objetiva como subjetiva, física y mental. Y bueno, para qué mentir, ya para
la mitad del show sí sentía algo de cariño por ellos, pero eso ya es cosa de
dirección, actuación y mi obsesión, no de escritura.
Por cierto, que se me venía olvidando: Hay unas cuantas escenas de
yuri bait. Una cosa es amistad, que tiene muchas más escenas, y otra muy
diferente las que menciono, pero no es que sea algo que arruine la
experiencia
ni mucho menos, me dan igual. El fanservice más tradicional también tiene sus momentos, en los cuales honestamente sí me molesté, pero bueno, por lo menos la mayoría del tiempo es sutil.
Dije y mantengo que está muy mal escrito, así que ¿por qué
me gusta tanto? La respuesta es sencilla: Es endemoniadamente entretenido y encantador, además de bien
dirigido y fresco, sin olvidar que le debo hacer una consideración: Flip Flappers es una obra sensorial, a lo ICO, SotC y TLG. Cuenta una mala historia, sí (los otros no), pero va más allá de eso.
Esas historias mal escritas valen poco y nada (aunque por
sencillez aflojo un poco), pero logran mostrar pedacitos de ese fascinante mundo
que es Pure Illusion, el cual por sí solo hubiese hecho que yo disfrutara la
serie, pero el asunto no queda aquí.
La narrativa del show resulta muy fresca, explorando lo
fantástico de formas para nada convencionales, incluso fuera del género, en
toda la industria de la animación. Se basa en buena parte en algo llamado
“Realismo Subjetivo”, que busca presentar la realidad desde el punto de vista
exclusivo de una persona y no en base a lo considerado real en general. Sí,
realidad en un mundo fantástico, que va con la idea del desdibujado de los
límites que las separan.
Gokigen yoooo, motherfuckers
Sus mini-historias sencillas suelen ser acompañadas con una
millonada de guiños a otras obras, sean estas animadas o no, sin limitarse
tampoco a Japón. Por mencionar unas pocas, hay de Gundam, MadMax, Getter Robo,
Zelda y Popeye el Marino. Hay muchas más, pero dejémoslo ahí. A todo esto le
agrega su toque personal sin olvidar, claro, que la serie no es sobre dichos
guiños y así ofrecer un coctel imaginativo sumamente reconfortante y
cautivante, sobre todo para el espectador experimentado.
La animación es excelente. La mayoría de las momentos no le
exigen mucho, y en ellos el enfoque es principalmente en destacar cómo se
mueven los personajes, de dónde vienen, a dónde irán; darles una ubicación en
la escena. Pero cuando hay cualquier mínimo rastro de acción, el show aprieta el
cinturón y muestras escenas sumamente fluidas y dinámicas que crean auténticas
vorágines cromáticas vivas y atrapantes, sin olvidar lo anterior. Cae un poco al final, pero no es nada grosero.
Los diseños son bastante diferentes a lo usual a la vez que
recuerdan cartoons, esto sin olvidar presentarse como atractivos (a mayor o
menor grado) para el público actual que ve anime, incluso al que no. Me
encantan. Los fondos por su parte… Bueno, básicamente lo mismo, pero con variantes de estilo según mundo, las cuales potencian muchísimo la infraestructura tan particular
inspirada principalmente en occidente y alterada por la imaginación y el mundo
en sí, además de dar rienda suelta a la imaginación en la fantasía.
La dirección, si ignoramos el desbalance brutal en la
presencia de la trama durante la serie, es impresionante. Flip Flappers juega
con la pantalla y hace lo que quiere con ella, mostrando cambios de
perspectiva, de tamaño de pantalla (completa, con cuadros negros en extremos
verticales u horizontales, dimensiones), manejo y distribución del espacio y en
momentos hasta de estilo que rompen tu inmersión a la vez que te sumergen en su
narrativa (esto es, diversidad en pos de comodidad), todo esto ya que es una serie que destaca por su maravillosa
variedad visual acompañada de un nivel de detalle muy alto y consistente lleno
de vida, ya sea que hablemos de fondos, diseños, ambiente, movimiento,
presencia, intención comunicativa o paleta de colores, creando una mezcla
mágica. Lo estoy resumiendo mucho, pero bueno, no es objetivo de este tema ahondar demasiado en ello.
La música potencia absolutamente todo de forma impresionante
y le da vida, ya sea que hablemos de momentos tiernos, día a día, de acción o
cualquiera que aplique. Hay piezas que son lindas, preciosas, encantadoras,
emocionantes, excitantes… Todo funciona. En particular amo las más picarescas. Los efectos de sonido también son un
regalo para los oídos, ya sea que hablemos de los propios o aquellos que a su
vez también son deliciosos guiños a otras obras si dejar de darle un toque de
pertenencia. El trabajo de los actores es bueno, el problema (mío) es que son
demasiadas voces muy agudas chillonas que me cuesta tolerar, pero bueno, estoy
acostumbrado.
El ending es en buena parte todo lo que yo quería que fuese
este show. Muestra la luz y la oscuridad de un mundo fantástico a la vez que
mantiene una pizca entrañable de inocencia que enamora, todo esto a través de
un montaje exquisito a dos bandas entre arte conceptual y las dos niñas
interactuando mejor y de forma más natural que en cualquier momento de la serie
en sí. El deleite no solo es visual, sino que es acompañado por una pieza
preciosa como lo es FLIP FLAP FLIP FLAP, la cual atrapa todo lo que vengo
mencionando, y en base a ella se sincronizó el que terminó siendo uno de mis
dos endings favoritos de los no sé cuántos que he visto. Es una hermosura,
encantador, me llega a lo más profundo y recomiendo encarecidamente su
visionado.
El opening por su parte captura mucho mejor a la serie y su
ambiente real que su amigo al final, siendo también una gran obra audiovisual
liderada por Serendipity, su tema musical, acompañada por visuales muy
apropiados y dinámicos. El ending me gusta 100 veces más, pero no quita que
ambos los he visto/escuchado una obscena cantidad de veces desde que comenzó la
emisión de la serie mientras programo. Lo triste de todo esto es que tanto
openings como endings carecen por completo de valor en mis evaluaciones, pero
quise hablar de ellos.
Conclusión
Es uno de mis animes favoritos del año con todo y fallos, y
me da mucha rabia cuando pienso que pudo ser exponencialmente superior si
hubiesen aprovechado los 13 capítulos para contar una historia bien hecha
dentro de un mundo maravilloso, pero peligroso (como el ending), o por lo menos
algo similar a Space Dandy y no el Charlotte que tenemos actualmente (pero no
tan malo). Es mucho potencial desperdiciado, y pocas veces, seguramente nunca,
lo he dicho con tanto sentimiento.
Flip Flappers es un cúmulo de alegría, mala escritura,
emoción y encanto. No creo que a muchas personas les guste tanto como a mí
(recuerdos de algo que me obsesiona desde niño), pero por favor, al menos dénle
una oportunidad, intenten sumergirse en ese encantador mundo que es Pure
Illusion y la deliciosa atmósfera que crea con sus claroscuros emocionales.
Sistema de Valoración
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Opino exactamente lo mismo en casi todo, lo unico que tal te falto por señalar es el bajon de animacion en los 2-3 ultimos episodios, no descarados, pero se notaba
ResponderEliminarUna pregunta, cual es el guiño a Zelda?
Es que tambien amo esa saga y no recuerdo a que momento te refieres
El principal es el diseño de la mala del capítulo del desierto.
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